
Antes de marcharse para asistir a este acontecimiento, el Dr. Stamm conversó con CORDIS Noticias sobre la utilización de la nanotecnología en la industria alimentaria, sus riesgos y el tipo de investigación que se precisa. Citando a expertos de la industria alimentaria, explicó que en Europa no hay a la venta ningún alimento que contenga nanomateriales artificiales, pero que sí pueden comprarse a través de Internet.
La nanotecnología puede emplearse para mejorar el sabor y la textura de los alimentos, reducir su contenido en grasas o encapsular ciertos nutrientes como vitaminas para impedir que se degraden durante la vida útil del producto. Asimismo, se pueden emplear nanomateriales para fabricar envases que conserven mejor y por más tiempo la frescura del producto. Es más, pueden crearse envases inteligentes dotados de nanosensores que informen al consumidor del estado en que se encuentra el producto del interior.
Por otra parte, la adición de nanomateriales a los alimentos tampoco está exenta de riesgos. «Hay que pensar que, por su reducido tamaño, los nanomateriales pueden atravesar barreras como el epitelio intestinal e introducirse en el torrente sanguíneo», señaló el Dr. Stamm. «Así que pueden llegar hasta órganos secundarios y acumularse en ellos.»
Ya se sabe que las partículas ultrafinas emitidas por los motores de gasóleo pueden penetrar en los pulmones, y varios estudios han hallado una relación entre dichas partículas y enfermedades cardiovasculares. Estudios con animales también han confirmado que las nanopartículas pueden traspasar la pared intestinal.
Cordis.(2009, Febrero 19). Recuperado de: https://cordis.europa.eu/news/rcn/30485_es.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario